lunes, diciembre 24, 2007

24 de diciembre. Ya estamos a las puertas del comienzo de otra Feliz Falsedad... por mucho que los Grandes Almacenes la estén anunciando desde noviembre.


No me ha tocado El Gordo (más que nada porque no creo en los juegos de azar y, por tanto, no compro lotería). En cambio si que me ha tocado venir a trabajar. Podéis imaginaros las ganas que tengo de ponerme a ello cuando estoy escribiendo esto...


Trabajar en una biblioteca tiene su lado bueno. El que no presupone que vas todo el día con el moño y las gafas a lo Rotermayer, imagina que debes de tener todas las repuestas del mundo o al menos todas las respuestas a sus absurdas dudas:
"¿Dónde está el lavabo?"
"¿Cómo funciona la fotocopiadora?",
"¿Sabes si hay una máquina de café por aqui cerca?".
Cuando no me toca responder a todo esto catalogo libros. Si hombre, yo soy el duendecillo que hace esa cosa rara que os sale en el ordenador cuando buscáis un libro.

¿Qué pensabáis que se hacía de forma automática?... criaturillas...
Es un trabajo de lo más aburrido, cuadriculado y rutinario creedme. Además de, claro está, mal pagado. Así que, como os decía, no tengo ningunas ganas de ponerme a ello así que me quedaban dos opciones: o ponerme a escalar por las paredes del cubículo cueva donde me encierra de 8 a 15.30 o... empezar este blog como buen propósito para este año. Y como no quiero que despues la de la limpieza me mate por dejar las huellas en las paredes aquí os dejos con mis primeras (que espero) no últimas frases en la blogosfera.

P.D: Sonando en mi ipod...